Category: Práctica Budista, Los Diez Campos de la Práctica Zen~ Translator: Claudio Sabogal
Click here for audio + English version of Episode 294
El décimo campo del Zen es la conexión con lo Inefable. El Zen no se basa en la creencia en Dios en un sentido teísta. Sin embargo, en su núcleo hay un fuerte énfasis en una Realidad mucho más profunda, inspiradora, significativa y esperanzadora que la sombría, mundana y desalentadora realidad que la gente a veces experimenta en su vida cotidiana. Llame a esta “realidad mayor” como quiera: Dios, lo Divino, Aquello que es Mayor, Otro Poder, lo Inefable, el Gran Misterio, el Gran Asunto de la Vida y la Muerte, pero usted la ha probado en los momentos cumbre de su vida. El Zen lo alienta a explorar y profundizar su relación con el Gran Asunto.
Este episodio es el décimo (¡y último!) capítulo de mi libro en proceso de elaboración, Los Diez Campos del Zen: una Introducción para Practicantes.
Contenido:
- ¿Es el Zen Simplemente un Programa de Autoayuda Elevado?
- Anhelo de Algo “Más”
- Enseñanzas Zen Sobre lo Inefable
- Cómo Matar lo Inefable Metiéndolo en una Caja
- Cómo Conectar con lo Inefable en el Zen
- ¿Cómo se Puede Conocer lo Inefable?
¿Es el Zen Simplemente un Programa de Autoayuda Elevado?
Después de muchos años de práctica, tenía una fe profunda en el Dharma como camino de práctica. Sabía que podía confiar en él para aliviar mi Dukkha, abrir mi corazón y ayudarme a percibir las cosas de una manera que resultara en una gran libertad. Aun así, me preguntaba si la virtud del Budismo se limitaba a los Budistas practicantes, si era simplemente un sistema magistral para mejorar tu experiencia de vida. Me preocupaban profundamente tres preguntas:
- El Zen consiste en trabajar en tu propia mente y corazón para poder vivir con todo el corazón y causar menos sufrimiento a ti mismo y a los demás. ¿Es la práctica, entonces, solo una cuestión de hacernos sentir bien en medio de una vida que es tan frágil y efímera que alucina incluso pensar en ella, y en medio de un mundo que contiene sufrimiento, injusticia, codicia, ignorancia y destrucción inimaginables?
- Sabía cómo acceder a un estado mental (al menos en retiros de meditación) donde todo, incluso el sufrimiento y la ignorancia, aparece como la danza brillante y vivaz del Ser mismo. Las cosas no parecen ni buenas ni malas, pero de alguna manera son infinitamente valiosas tal como son. ¿Y qué? ¿Qué tiene que ver este estado mental con todo esto?
- El Zen es la liberación de puntos de vista, incluso los positivos, sobre cómo el bien finalmente triunfará sobre el mal. Si ese es el caso, si no hay una verdad fundamentalmente esperanzadora u optimista en la que confiar, ¿qué tenemos para ofrecer a la gente? ¿Solo una aceptación radical de un mundo profundamente defectuoso?d
Tuve que dedicar muchos años más a la práctica diligente antes de resolver estas preguntas por mí misma. No me resultaba cómodo explorar esta Gran Duda; a veces deseaba poder simplemente dejar de preocuparme tanto por el significado más profundo de esta vida. Cuando le confesé mis dudas a mi maestra entre lágrimas, sonrió amablemente y me dijo que me quedara con mis preguntas, diciendo: “La duda es en lo que somos buenos”. Al menos, con su tranquilidad sentí que estaba bien estar donde estaba, y sentí una fe renovada en que había algo más profundo a lo que despertar.
Anhelo de algo “Más”
Puede que usted tenga una fe profunda en una realidad mayor que le da sentido a su vida. Tal vez crea en un Dios benévolo y amoroso que tiene un plan para usted. Tal vez su fe sea más informe y se base en un sentido intuitivo de lo Divino tal como se revela en la naturaleza, el arte o el amor.
Por otro lado, puede que tenga más dudas que fe cuando se trata de un sentido de “Aquello Que es Mayor”. Puede incluso compartir con muchas personas modernas lo que Huston Smith llama la “visión científica del mundo” en su libro La Importancia de la Religión. [i] En esta visión del mundo, los humanos representan el pináculo de la evolución, y nada en el universo (que conozcamos) es más inteligente que nosotros; todas las vidas individuales, junto con el universo en su conjunto, llegarán eventualmente a un final poco glamoroso; cualquier significado que encontremos, es una proyección subjetiva, pues los seres humanos viven explotando la naturaleza y agotando sus recursos.
Compare esta visión científica del mundo con lo que Smith llama una “visión tradicional del mundo”, donde los humanos son los “menos” que se han derivado de los “más”; donde hay un final feliz después de la muerte de un individuo o al final de una era; donde la vida, incluidos todos los seres y las cosas, está impregnada de significado, y donde los humanos pertenecen a su mundo y desempeñan un papel importante en él. Cuando escuchas esta descripción de una cosmovisión tradicional, ¿sientes nostalgia o anhelo de poder ver el mundo de esta manera?
Por supuesto, no puedes simplemente adoptar una cosmovisión tradicional si no tienes una, incluso si quieres. Si aún no crees, probablemente no puedas convencerte de que Dios tiene un plan benévolo a largo plazo, o de que nos espera una vida dichosa después de la muerte. A pesar de los muchos beneficios de la ciencia moderna, la educación y la reforma social, Huston Smith describe a muchos de nosotros como atrapados en el “túnel de la modernidad”. Donde una cosmovisión tradicional era expansiva, la visión moderna es limitante y sufrimos de muchas maneras como consecuencia. Smith dice:
… la finitud de la existencia mundana no puede satisfacer completamente el corazón humano. En la constitución humana está implícito el anhelo de algo “más” que el mundo de la experiencia cotidiana no puede satisfacer. Este anhelo sugiere con fuerza la existencia de algo que la vida busca, de la misma manera que las alas de los pájaros señalan la realidad del aire.[ii]
Enseñanzas Zen sobre lo Inefable
¿El Zen incluye una sensación de “algo más que el mundo de la experiencia cotidiana no puede ofrecer”? Afortunadamente, gloriosamente, sí. Sin embargo, en el Zen somos muy cuidadosos al enseñar y hablar sobre Aquello que es Más Grande. Cualquier palabra que se utilice para describir la Realidad con R Mayúscula nos tienta a formar una comprensión intelectual de Ella en lugar de buscar una experiencia personal y directa de Ella. Una comprensión intelectual no es inherentemente mala y puede ser una fuente de fortaleza e inspiración, pero el consuelo espiritual que realmente anhelas es experiencial y no se basa en mantener una visión particular, ni siquiera una positiva. Las palabras y los conceptos también pueden tentarte a imaginar algún estado, experiencia o realidad separada de ti y actualmente más allá de ti. Tal imaginación es contraproducente, porque la Realización tiene que ver con lo que ya eres.
Aun así, las palabras pueden ser indicadores compasivos que te hagan ir en la dirección correcta. El maestro zen Dogen escribió un ensayo llamado Inmo, que suele traducirse como “talidad” o “así”. Me gusta traducir la palabra Inmo como “lo Inefable”, es decir, “demasiado grande para ser expresado en palabras”,[iii] animándonos a abstenernos de apegarnos a alguna idea sobre la Talidad. Aunque lo Inefable no puede ser explicado o descrito adecuadamente, Dogen ofrece una enseñanza. En el siguiente pasaje [una traducción de Nishijima y Cross], el primer “eso” está en cursiva y es una traducción de Inmo.
¿Cómo sabemos que eso [lo Inefable] existe? Sabemos que es así porque tanto el cuerpo como la mente aparecen en el Universo, pero ninguno de ellos es nosotros mismos. El cuerpo, ya, no es “Yo”. Su vida continúa a través de días y meses, y no podemos detenerlo ni por un instante… La mente sincera, tampoco se detiene, sino que va y viene momento a momento. Aunque el estado de sinceridad existe, no es algo que permanezca en la vecindad del yo personal. Aun así, hay algo que, en la infinitud, establece la mente bodhi. Una vez que esta mente se establece, abandonando nuestros juguetes anteriores, esperamos escuchar lo que no hemos escuchado antes y buscamos experimentar lo que no hemos experimentado antes: esto no es solo por nuestra propia acción. [iv]
Dogen señala primero el Vacío o la falta de límites del yo. Reconoces, si realmente prestas atención, que todo lo que puedes identificar como yo o perteneciente al yo –incluido tu cuerpo, mente, incluso tu voluntad, o “estado de sinceridad”– está cambiando constantemente y, en última instancia, es inasible. Todo lo que te rodea es similar, así que ¿en qué puedes confiar? Sin embargo, a pesar del Vacío, “hay algo que, en la falta de límites, establece la mente bodhi”. La mente bodhi es Bodhicitta, nuestra Mente que Busca el Camino. ¿De dónde viene? ¿Quién quiere despertar? ¿Quién despierta? La Bodhicitta surge, pero Dogen dice: “Esto no es solo por tu propia acción”. ¿Quién o qué está contribuyendo a –o participando en– tu vida? ¿De qué Realidad más grande eres parte?
El maestro Chan Hongzhi también ofreció palabras sobre lo Inefable:
El lugar de iluminación silenciosa y serena es la cúpula celestial en otoño claro, brillando intensamente sin tensión, reluciendo a través de la luz y la sombra. En esta coyuntura, el todo es supremo y llega genuinamente. La fuente clara se representa con espíritu, el eje es amplio y la energía viva, todo es evidente en el brillo original. El centro se manifiesta y se celebra…[v]
El increíble misterio de esta vida es que, cuando Realizas la Realidad con R Mayúscula, no te encuentras en un vacío nihilista. No te encuentras en un túnel espiritual. No te encuentras habitando un cuerpo y una mente con la sensación de que no hay nadie en casa.
En cambio, reconoces que eres una parte íntima y esencial de un todo vasto y sin fisuras que brilla con vitalidad en todas partes. Hay una sensación de que todo es exactamente como debería ser, que todo está alineado. Tu individualidad se afirma poderosamente aunque esté libre de cualquier esencia inherente que necesite temer a la muerte. De hecho, Dogen escribe: “Nosotros mismos somos herramientas que [Inmo] posee dentro de este Universo en diez direcciones”. No eres parte del Inefable a pesar de ser tu yo personal, o además de ser tu yo personal. No hay Inefable aparte de las innumerables manifestaciones del universo, incluido tu yo personal. Así como el Inefable brilla a través de una hermosa pieza musical, brilla a través de ti.
Cómo Matar lo Inefable Metiéndolo en una Caja
Cuando tienes una experiencia directa de lo Inefable, o incluso una simple intuición de ello, es maravilloso. Puede darte fuerza espiritual y satisfacer ese anhelo que tienes de “algo más”. Sin embargo, la mayor parte del tiempo probablemente no te sientas tan en contacto con ello. Es natural, entonces, recurrir a percepciones y experiencias pasadas, o crear una comprensión intelectual que puedas llevar contigo. Es posible que te aferres a ideas como “Todos somos parte de un todo luminoso y sin fisuras”, “Todo ser es Naturaleza Búdica” o “lo Inefable es compasión universal”. Después de un tiempo, tus recuerdos o conceptos dejan de evocar asombro y gratitud. Es como si hubieras intentado capturar lo Inefable en una caja y, posteriormente, hubiera muerto.
Por supuesto, en realidad no matas al Inefable incluso cuando lo metes en una caja intelectual; tú, la caja y tu anhelo nunca están separados de él. Pero, como una brisa o un ser vivo, no puede estar contenido en una caja por mucho tiempo. Más precisamente, podríamos decir que lo Inefable se escapa rápidamente de cualquier caja que le hagamos.
Nuestra tendencia a conceptualizar o materializar (hacer concreto) aquello que está más allá de las palabras es la razón por la que el Zen es en gran medida una tradición espiritual apofática. Una tradición espiritual catafática celebra y afirma lo divino explícitamente, mientras que una tradición apofática señala Aquello Que Es Más Grande enfatizando lo que no es. Las enseñanzas desafían cualquier concepto al que puedas aferrarte, empujándote hacia una experiencia directa de tu propio Ser. Afortunadamente, como tú eres Eso, puedes experimentarlo, incluso si no puede describirse o transmitirse adecuadamente con palabras.
El Zen puede parecer negativo a veces debido a su uso de la negación para guiarte, pero si persistes en la práctica durante suficiente tiempo, te darás cuenta de que las enseñanzas delimitan un espacio negativo: una puerta de entrada por la que se te anima a pasar. Esa experiencia trasciende lo positivo y lo negativo, pero es maravillosa más allá de toda descripción. Sin embargo, en lugar de tentarte a practicar con la promesa de una recompensa espiritual, el Zen se basa en tu propia Bodhicitta para impulsarte hacia el misterio.
Cómo Conectar con lo Inefable en el Zen
Un enfoque apofático te desanima a poner lo Inefable en una caja, pero a veces puede parecer un poco negativo y poco gratificante. Con todo el énfasis que el Zen pone en el Vacío, al principio puede parecer que enseña nihilismo: que todo es una ilusión y que cuando despiertas a ese hecho te liberas del miedo pero te quedas con nada más que la experiencia de ilusiones que se despliegan. Si no hay algo que se pueda definir o aprehender, ¿cuál es el “más” del que derivas? ¿Cómo podría la muerte no ser el final si no hay algo que continúe después de tu vida? Si todo está Vacío, ¿de dónde viene el significado? Si formas parte del todo sin fisuras del Inefable, ¿por qué importa tu individualidad? ¿Qué papel importante podrías estar desempeñando en este universo infinitamente vasto?
Cuando despiertas a la Realidad con R Mayúscula, estas preguntas se resuelven, pero no de la manera que crees. Cuando las enseñanzas del Vacío parecen contradecir lo Inefable, es porque estás tratando de captarlas con la mente discriminadora, que es inherentemente dualista. Con la mente discriminadora, solo puedes imaginar que el Vacío significa no existencia y falta de significado, o que la unidad anula la individualidad, o que la inmensidad disminuye lo que es pequeño. En la Realidad, no hay contradicción.
Entonces, ¿cómo te conectas con lo Inefable en el Zen? Te apoyas en tus preguntas existenciales y en tu anhelo de un “más” que “el mundo de la experiencia cotidiana no puede satisfacer”. Por lo general, la sociedad desalienta esa indagación. Dice que hay algo mal contigo si el mundo de la experiencia cotidiana no te satisface por completo, o que no se pueden encontrar respuestas a tus preguntas existenciales, por lo que estás perdiendo el tiempo si las exploras. Es posible que necesites superar el escepticismo o la resistencia interna para buscar e investigar tus preguntas y anhelos existenciales.
También puede que te preocupe que buscar una mayor conexión con lo Inefable te abra al agobio, la depresión o la desesperación cuando te enfrentes directamente a la naturaleza efímera de esta vida y te preguntes sinceramente si tiene un significado mayor o no. Puede resultar desconcertante dejar de lado todas tus nociones preconcebidas y hacerte preguntas como: “¿Quién soy realmente?”. Aquí es donde el apoyo de los maestros Zen y la Sangha puede ser tan importante. Puedes recibir orientación y aliento de quienes están más avanzados que tú en el camino de la práctica. Otros practicantes pueden escucharte describir tus experiencias, a veces afirmando que han transitado un terreno similar y han descubierto un territorio gratificante más allá.
Las enseñanzas del Dharma son el principal medio del Zen para empujarte hacia un lugar de profunda indagación. No debería ser difícil para ti encontrar algo en las enseñanzas tradicionales que desafíe simultáneamente tu comprensión intelectual y establezca una resonancia en tu corazón. Al leerlo, habla de tu anhelo de un “más”, pero sin explicación. Casi siempre, las enseñanzas que apuntan a lo Inefable –o al espacio negativo que hay que atravesar para percibirlo– se expresan en un lenguaje poético o metafórico. Como escribe Joan Sutherland en Through Forests of Every Color:
La sabiduría de la tradición [Chan/Zen] está codificada en su mayor parte en breves historias, imágenes y citas muy fáciles de transportar, más que en textos filosóficos o doctrinales. Se puede decir que la naturaleza de todas las cosas es fundamentalmente vacía, o se puede invocar una garza blanca invisible en la niebla. Se puede decir que todo se interpela con todo lo demás, o se puede decir: “Las nubes se juntan en la Montaña del Norte, la lluvia cae en la Montaña del Sur”. [vi]
Cuando lees las palabras de Hongzhi, “La fuente clara se representa con el espíritu”, es posible que te preguntes: “¿Cuál es la fuente clara?”. Cualquier respuesta intelectual que se te ocurra no te satisfará durante mucho tiempo. Una vez que hayas agotado tu imaginación, puedes sentarte en silencio y escuchar la respuesta. Cuando Dogen cita al Buda Shakyamuni diciendo: “Todos los seres vivos son naturaleza de Buda. El Tathagata permanece continuamente y no está sujeto al cambio”[vii], tal vez te preguntes: “Es una ley dhármica fundamental que todo cambia; ¿qué significa que algo no está sujeto al cambio?”. Tratar de encontrar una respuesta intelectual a ese tipo de pregunta solo te dará dolor de cabeza y dará como resultado algo muy insatisfactorio. Para abrirte a la verdad de estas palabras, tienes que dejar de lado todas tus suposiciones.
Otra forma de explorar tu conexión con lo Inefable es comenzar a apreciar tus experiencias de no dualidad donde sea y cuando sea que sucedan. Tu sensación de separación puede disolverse espontáneamente mientras observas el vapor que sale de tu taza de té. En un momento de quietud durante una caminata, puedes tener un momento de comprensión de cómo eres parte de algo vasto más allá de la imaginación. Mientras cortas una zanahoria durante un retiro en silencio, de repente puedes percibir que todo tiene un significado profundo, lo que te hace llorar de gratitud y susurrar gracias a la zanahoria mientras la cortas tan suavemente como sea posible.
Cuando experimentas lo no dual, es importante que comprendas su significado. Has vislumbrado algo más verdadero que el mundo cotidiano de las apariencias. Debes dejar que lo que has percibido cambie y te guíe.
Al mismo tiempo, no es útil apegarse a las introspecciones. Te apegas cuando intentas mantener el recuerdo de la experiencia más allá del punto en el que comienza a desvanecerse naturalmente. Es comprensible querer aferrarte a algo hermoso o liberador, pero como mencioné antes, lo Inefable se escapará de cualquier caja en la que intentes meterlo. Si sigues practicando diligentemente, puedes tener fe en que tu conexión con lo Inefable se profundizará con el tiempo. También puedes apegarte cuando usas tus experiencias de lo no dual, o la falta de ellas, para evaluar tu progreso en la práctica. Esto es simplemente contar historias sobre tu práctica y reducir las experiencias profundas a logros del yo.
Puedes buscar apasionadamente una mayor intimidad con lo Inefable mientras te arraigas en la paciencia y la gratitud. No se puede forzar la intimidad, sólo se puede abrir uno mismo a ella, aprendiendo a estar tranquilo y receptivo, y dándole tiempo. Esto es lo que se hace en Zazen.
¿Cómo se Puede Conocer lo Inefable?
Al principio del capítulo, describí algunas dudas que tenía sobre el Zen a mitad de mi práctica. Básicamente, me preguntaba si era simplemente un método para alterar tu experiencia subjetiva del mundo para poder ser más feliz. En otras palabras, incluso si logras tener una visión profunda no dual de todo como la danza brillante y vivaz del Ser mismo, ¿no podría ser eso simplemente un estado mental arbitrario, aunque hermoso? ¿No podría ser simplemente una perspectiva Zen cuidadosamente fabricada que te beneficia pero que esencialmente no va más allá de eso?
Por otra parte, si las enseñanzas afirman que tus experiencias no duales son atisbos de la Realidad con R Mayúscula, o lo que es más cierto, ¿cómo puedes saberlo? ¿Cómo puedes saber que lo Inefable es real si no se puede precisar? ¿Cómo puedes confiar en tus propias percepciones cuando estás atrapado en un cuerpo y una mente humanos limitados? ¿Cómo puedes saber con certeza que realmente hay un “más”? ¿Es la resistencia del Zen a poner en palabras lo Inefable en realidad sólo una manera de ocultar el hecho de que nunca podrás conocerlo? ¿Es una frase como “aun así, hay algo que en lo ilimitado, establece la mente bodhi”, sólo un pensamiento ilusorio?
El koan de lo que significa saber algo es central para el proceso de profundizar tu conexión con lo Inefable. Probablemente intentarás y luego rechazarás muchas formas típicas de saber antes de llegar a un punto de desesperación y simplemente susurrarás la pregunta sin ninguna esperanza de responderla por ti mismo. Si tu pedido es sincero y tu mente está tranquila, el universo responderá.
En este pasaje del Inmo de Dogen, todos los usos de “ello” son traducciones de inmo:
Recuerda, sucede así porque somos personas que somos ello. ¿Cómo sabemos que somos personas que somos ello? Sabemos que somos personas que somos ello simplemente por el hecho de que queremos alcanzar la materia que es ello.[viii]
Puedes conocer lo Inefable porque no estás separado de Ello. De hecho, si no fuera así, no ansiarías conocerlo. Antes de sentir confianza, es necesario confiar en la fe en las enseñanzas, pero esta fe puede estar basada en tu propia experiencia directa de momentos no duales. A medida que tu confianza crece, puedes ser una fuente de fortaleza para otros seres. Esto no significa que vayas por ahí diciéndoles a los seres que sufren que deberían estar en paz porque, en realidad, todo está bien. Eso sería enfrentar la Dimensión Independiente contra la Dimensión Dependiente. Pero si puedes mantener cierta base y paz mental gracias a lo Inefable, serás de mucho mayor beneficio en el mundo.
En cierto sentido, “lo Inefable” es sólo otra forma de referirse a la Realidad con R Mayúscula, pero el término señala la forma en que la Realidad termina siendo un terreno común para todo el Ser, un lugar al que perteneces, una perspectiva ilimitada que imbuyen todo de significado y valor, y algo más grande que el mundo de las apariencias en todos los sentidos de la palabra. En la Realidad, tu “yo” no tiene fronteras y es interdependiente con todas las cosas, por lo que no puede morir, sólo cambia.
Así que no, el Zen no es sólo un programa de autoayuda Elevado. Como todas las religiones importantes, apunta hacia las verdades fundamentales de la existencia humana y del ser mismo. Al final, no confías en el Zen, confías en lo que es verdad, ya sea que llames a esa verdad el Dharma, la Realidad con R mayúscula, lo Inefable o nada en absoluto. Incluso antes de que lo hayas percibido conscientemente por ti mismo, puedes ubicar tu práctica dentro del contexto de lo Inefable basado en la fe, la esperanza y la intuición. Intentar intimar con Él garantiza que tu práctica nunca se estanque ni se vuelva egocéntrica. ¡Qué maravilloso es alinear tu vida con lo que es más verdadero!
Ver los diez Campos de la Práctica Zen
Referencias
[i] Smith, Huston. La Importancia de la Religión en la Era de la Increencia Barcelona: Kairós, 2002.
[ii] Ibid
[iii] Una interpretación sugerida por Nishijima y Cross en su traducción de “Inmo”. En su traducción usan el término “ello”, pero en la introducción del capítulo explican que este “ello” supone que sabes que es lo inefable de lo que se está hablando. De manera similar, en su traducción Hubert Nearman traduce inmo como “That Which Is”, poniendo en mayúscula las tres palabras: Rev Hubert Nearman. Shobogenzo: The Treasure House of the Eye of the True Teaching. Mount Shasta, CA: Shasta Abbey Press, 2007. Disponible como pdf en el sitio web de Shasta Abbey:
https://shastaabbey.org/publications/
[iv] Nishijima, Gudo y Chodo Cross. El Shobogenzo del Maestro Dogen, Libro 2. Londres: Windbell Publications, 1996.
[v] Leighton, Taigen Dan. Cultivando el Campo Vacío: La Iluminación Silenciosa del Maestro Zen Hongzhi. Boston, MA: Tuttle Publishing, 2000.
[vi] Sutherland, Joan.Through Forests of Every Colo: Awakening with Koans. Boulder, CO: Shambhala, 2022.
[vii] Tanahashi, Kazuaki. Treasury of the True Dharma Eye: Zen Master Dogen’s Shobo Genzo (p. 406)Shambhala. Edición Kindle.
[viii] Nishijima, Gudo y Chodo Cross. Master Dogen’s Shobogenzo, Book 2. Londres: Windbell Publications, 1996.