217 – El Cuádruple Voto del Bodhisattva parte 2: Poner Fin a Todas la Ilusiones
219 - Ser El/La Único/a Budista en Tu Familia - Parte 1

Category:  Enseñanzas Budistas ~ Translator: Claudio Sabogal

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Analizo los votos tercero y cuarto del Cuádruple Voto del Bodhisattva, acerca de atravezar todas las Puertas del Dharma y encarnar el insuperable Camino de Buda. Para algunos de nosotros, estos parecen menos accesibles y relevantes que los dos primeros, sobre liberar a todos los seres y acabar con todos los engaños. Hablo sobre lo que significan los votos tercero y cuarto y por qué hacerlos es valioso para nuestra práctica.

 

Contenido

  • Los Tercer y Cuarto Grandes Votos del Bodhisattva
  • ¿Qué Son Las Puertas del Dharma?
  • Entrando Por las Puertas del Dharma
  • Trabajando con  las Puertas del Dharma a lo Largo de Nuestras Vidas
  • Alcanzar el Camino Ilimitado del Buda 

 

Para resumir brevemente, el Cuádruple Voto del Bodhisattva es así:

Los seres son innumerables, prometo liberarlos

Las ilusiones son inagotables, prometo acabar con ellas

Las Puertas del Dharma son ilimitadas, prometo entrar en ellas

El Camino de Buda es insuperable, prometo encarnarlo.

Como mencioné en el primer episodio de esta serie, Episodio 216 – El voto Cuádruple del Bodhisattva: Liberando a Todos los Seres, los cuatro grandes votos del bodhisattva se expresan deliberadamente como imposibles. Nos ofrecen una dirección para nuestras vidas que nunca llegará a su fin porque nunca llegamos a nuestro destino final. Describen la actitud desinteresada y decidida del bodhisattva, que nunca se aparta de los seres vivos diciendo: “No es mi problema”, y que nunca se complace en su propio comportamiento dañino o poco hábil diciendo: “suficientemente bueno”.

En este episodio me voy a centrar en los votos del bodhisattva tercero y cuarto:

Las Puertas del Dharma son ilimitadas, prometo entrar en ellas [todas]

El Camino de Buda es insuperable, prometo encarnarlo [completamente]

No puedo estar segura, pero creo que la mayoría de las personas que toman el Cuádruple Voto del Bodhisattva piensan mucho en los primeros dos votos (liberar a todos los seres y terminar con todos los engaños), pero encuentran que el tercer y cuarto votos son menos accesibles o relevantes para su práctica. Después de todo, tienes mucho trabajo por hacer solo para ayudar a liberar seres y limpiar tu karma (como discutí en el último Episodio 217). Entrar por las Puertas del Dharma y encarnar el Camino de Buda suena bastante ambicioso. ¿Quizás esos votos son principalmente para los adeptos espirituales entre nosotros, en caso de que hagan un progreso significativo en los dos primeros votos y quieran ir por el oro?

Creo que los votos del bodhisattva tercero y cuarto son realmente muy importantes para nuestra práctica, incluso si no somos adeptos espirituales ambiciosos. Consideremos cada voto, uno a la vez.

 

¿Qué son las Puertas del Dharma?

Dharma GatesPrimero, “Las Puertas del Dharma son ilimitadas”. ¿Qué es una Puerta del Dharma? En su nivel más básico, esta metáfora refleja nuestra experiencia de encontrar algún tipo de obstáculo o limitación, encontrar nuestro camino a través de él y luego obtener acceso a algo que nunca antes habíamos experimentado, entendido o manifestado. Cualquier desafío o dificultad que encontremos puede ser una Puerta del Dharma en el sentido de que es una oportunidad para reconocer nuestros engaños, dejar de lado la preocupación por nosotros mismos y crecer en sabiduría, compasión y habilidad.

La “habilidad” es un componente muy importante de nuestra aspiración de bodhisattva. Es un término Budista Mahayana que se refiere a la manifestación efectiva de la sabiduría y la compasión en la actividad. Puede que tengamos toda la compasión del mundo, pero si no aplicamos la sabiduría y la experiencia de la vida real a nuestras acciones, podemos terminar haciendo más daño que bien. Tener buenas intenciones es esencial, al igual que tener la sabiduría para ver el mejor camino a seguir, pero la habilidad es donde la goma golpea el camino. Es donde interactuamos con otros seres y con el resto del mundo, y continuamos trabajando en nuestra destreza durante toda nuestra vida.

Las Puertas del Dharma pueden aparecer como desafíos en nuestras relaciones con familiares, amigos, compañeros de trabajo y miembros de la Sangha. Tal vez tengamos alguna dificultad para ser honestos, tener un corazón abierto, trazar límites apropiados, dejarnos ver, escuchar verdaderamente a los demás o abstenernos de compararnos con los demás. Los preceptos morales son Puertas del Dharma cuando luchamos por detener comportamientos dañinos como rechazar o cortar ciertos aspectos de nuestra experiencia, actuar de manera descuidada y egocéntrica para obtener lo que queremos haciendo trampa o mintiendo, apoyándonos en la intoxicación para atravezar el día, o manifestar la ira y sentirse justificado por ello.

Los principales desafíos de la vida que cambian nuestro sentido de nosotros mismos y de nuestras vidas son Puertas del Dharma significativas, como perder un trabajo, sufrir económicamente, problemas de salud, discapacidad, dolor y pérdida de capacidad asociada con el envejecimiento, o la pérdida de un ser querido. Las Puertas del Dharma se manifiestan cuando tratamos de descubrir cómo encajamos en el resto del mundo y cuáles son nuestras responsabilidades: ¿Cómo debemos responder al deterioro de la democracia en nuestro país? ¿A inequidades obscenas en términos de riqueza y bienestar físico? ¿A la destrucción acelerada causada por el calentamiento global y la falta de voluntad de la humanidad para ofrecer una respuesta proporcional?

Las pequeñas cosas que requieren que crezcamos, aprendamos y exploremos nuevos aspectos de nosotros mismos también pueden ser Puertas del Dharma, como aprender a tocar un instrumento musical o un deporte, entrenar perros o ser voluntario en su comunidad.

 

Entrando Por las Puertas del Dharma

Un bodhisattva aspirante se vuelve hacia cualquier Puerta del Dharma que encuentra con curiosidad, disposición y determinación. El Zen promete dos cosas sobre cualquier Puerta del Dharma:

  1. Hay un camino a través
  2. Hay una recompensa por pasar: mayor sabiduría, compasión, habilidad y/o libertad. Valdrá la pena pasar.

En algunos sentidos, el término “Puerta del Dharma” es sinónimo de lo que yo llamo un “koan natural” (vea mi episodio de podcast sobre koans naturales, 183 – Koans Naturales: Utilizando Nuestras Limitaciones Como Puertas del Dharma). Cuando nos encontramos con algún tipo de obstáculo o limitación, lo abordamos con atención y paciencia. No estamos tratando de atravesar la Puerta del Dharma con nuestro esfuerzo deliberado. Eso generalmente no funciona y solo causa más problemas. Sin embargo, tampoco nos alejamos de la puerta. Mantenemos nuestro ojo en ella y mantenemos la intención de encontrar nuestro camino a través de ella, buscando oportunidades para comprender de qué se trata y cómo relacionarnos mejor con ella.

¿Qué queremos decir con encontrar nuestro “camino a través” de una Puerta del Dharma? Esto no significa que, a través de nuestra práctica espiritual, a través de nuestro esfuerzo deliberado, podamos arreglar todo en el mundo o en nuestras vidas, que cada desafío que encontremos pueda resolverse a través de nuestra práctica espiritual. Algunas relaciones difíciles seguirán siendo difíciles. Nuestra sabiduría, compasión y habilidad estarán limitadas al menos hasta cierto punto hasta que alcancemos la budeidad completa, si es que la budeidad completa es posible. Pero, incluso si el otro lado de una Puerta del Dharma no es la resolución perfecta que podríamos esperar en secreto, siempre hay algún tipo de beneficio al atravesarla. Siempre aprendemos algo. Es posible una mayor paz y compasión.

El voto del bodhisattva dice: “Las puertas del Dharma son ilimitadas”. Esto significa que son infinitos en número, pero también sin límites fijos. Cada puerta está relacionada con todas las demás puertas, y el proceso de pasar a través de ellas rara vez es un momento único que podamos mirar hacia atrás y definir claramente. La mayoría de los cambios y el aprendizaje ocurren gradualmente, por lo que incluso si hay un “¡Ajá!” momento, es la culminación de años de práctica. Además, la mayoría de las veces nos damos cuenta, después de haber atravesado una puerta, que el obstáculo o limitación fue algo creado por nuestra propia mente. Por lo tanto, entrar en una Puerta del Dharma generalmente implica darse cuenta de que, para empezar, no había una puerta. Es por eso que existe una famosa colección de koans llamada “La Puerta sin Puerta”.

 

Trabajando con  las Puertas del Dharma a lo Largo de Nuestras Vidas

Puede ser un desafío seguir trabajando con nuestras Puertas del Dharma cuando no hay una “solución” obvia o cuando nada se siente resuelto durante mucho tiempo. Algunos desafíos en nuestras vidas, como condiciones de salud crónicas o una relación problemática, continúan incluso después de haber aprendido de ellos o haber tenido un cambio positivo significativo en la forma en que nos relacionamos con ellos. Entonces podemos anhelar una Puerta del Dharma diferente, ¡muchas gracias! Por ejemplo, tuve una querida hermana del Dharma que luchó con artritis reumatoide severa durante más de 20 años. Su capacidad para apreciar cada día de su vida y resistirse a caer en la desesperación o la depresión total fue un triunfo… pero me dijo, bromeando solo en parte: “Seguro que me gustaría un koan diferente ahora. ¡He aprendido todo lo que quiero de esto!” Nuestras Puertas del Dharma más difíciles están con nosotros toda nuestra vida y es posible que nunca sintamos que las hemos “atravesado” de una vez por todas, pero nuestro voto de bodhisattva es seguir intentándolo.

Es importante recordar que no tenemos que sentirnos agradecidos/as por las Puertas del Dharma verdaderamente dolorosas. La práctica Zen se trata de enfrentar la realidad, y parte de la realidad son nuestros sentimientos honestos, incluidos la tristeza, el dolor, la frustración, la ira o la desesperación. No es necesario tratar de reemplazar nuestros sentimientos negativos con sentimientos positivos y, por lo general, no es útil a largo plazo. Es necesaria la paciencia con nosotros mismos y con nuestro proceso. Luchar con una Puerta del Dharma o sentirse negativo al respecto en lugar de celebrarlo como una “oportunidad” no es una falla moral, es la naturaleza humana. Lo que hace que toda la práctica del bodhisattva sea no rendirse, no alejarse de la Puerta del Dharma diciendo: “No me importan la mayor sabiduría, compasión y habilidad al otro lado de este obstáculo o limitación”.

Es posible volverse neurótico/a al tratar de lograr cualquiera de los votos del bodhisattva: preocuparnos hasta la muerte por salvar a otros, o tratar de poner fin a cada uno de nuestros engaños y comportamientos dañinos, u obsesionarnos con lo que no hacemos, no entendemos aún o aún no somos capaces de hacer. Idealmente, los votos del bodhisattva nos empujan a un lugar fructífero y dinámico donde alineamos nuestras vidas con sus hermosos y profundos ideales lo mejor que podemos, despertando un deseo sincero dentro de nosotros de acercarnos a ellos, pero donde dejamos de tratar de medir nuestro progreso.

Veo el voto de atravezar todas las Puertas del Dharma como un voto que afirma la vida acerca de estar agradecido por la oportunidad de la vida humana y de realizar todo nuestro potencial como seres humanos. Podrías considerar acabar con todas las ilusiones como el cumplimiento del ideal pre-Mahayana de limpiar tu karma en esta vida para poder liberarse del ciclo de renacimiento, el objetivo del Budismo primitivo que discutí en el último episodio. En la cosmovisión tradicional del karma y el renacimiento, incluso las acciones positivas y creativas generaban karma; era solo un buen karma, lo que conducía a un renacimiento afortunado. El ideal espiritual más elevado era dejar de generar karma y evitar por completo el renacimiento. Otros pueden no estar de acuerdo conmigo, pero creo que el voto de entrar en todas las Puertas del Dharma nos anima a seguir aprendiendo, creciendo, haciéndonos más hábiles y beneficiosos. Después de todo, al bodhisattva no le importa renacer en el mundo para seguir trabajando en sus votos.

 

Alcanzar el Camino Ilimitado del Buda 

El voto final es la culminación de los otros tres votos y de la práctica misma: El Camino de Buda es insuperable, prometo encarnarlo. Otras traducciones dicen que prometemos llegar a serlo, alcanzarlo o lograrlo.

Este es todo un voto. ¿La mayoría de nosotros nos damos cuenta de lo que estamos diciendo? ¡Estamos diciendo que prometemos alcanzar la Budeidad! Aunque, como dice este voto, en consonancia con el resto de los votos, esto es imposible. La traducción de este voto utilizada en el Monasterio de la Montaña Zen es: “El Camino de Buda es inalcanzable; Prometo alcanzarlo”.[I] Otra traducción, utilizada por Village Zendo, dice: “El Camino de Buda es interminable, prometo seguirlo hasta el final”.[II] La palabra japonesa traducida como “insuperable” es MUJO; MU es un prefijo negativo que significa sin, no o libre de, y JO significa “superior” o “superior”. MUJO, entonces, significa sin nada superior, o sin límite. [III] La palabra traducida como “encarnar” o “alcanzar” también se pronuncia JO (un carácter diferente) que puede significar convertirse, alcanzar, alcanzar o convertirse en. Entonces, nos comprometemos a llegar al final de un camino que no tiene límites.

Como ya se discutió, el ideal Mahayana de la Budeidad no se trata solo de terminar con los engaños y minimizar el daño que haces en el mundo. Ni siquiera se limita a permanecer en el mundo como un bodhisattva para hacer tu parte, respondiendo a la necesidad que aparece frente a ti. Un Buda va más allá, convirtiéndose en un magistral maestro de otros seres, conduciéndolos hábilmente a su propio despertar. Esto es lo que estamos prometiendo. El Camino de Buda, el camino del Dharma, nunca termina. Nuestro objetivo es realizar y manifestar la sabiduría, la compasión y la habilidad exquisitas y perfectas de un Buda, ya sea que creamos o no que los Budas existen o que pensemos que alcanzar la perfección es posible.

¿Eres así de ambicioso? Parece un poco ridículo desde un punto de vista ordinario. Quizás aquellos de nosotros que tomamos este cuarto voto de bodhisattva seamos engañados, arrogantes o irremediablemente idealistas. ¿Por qué podría ser importante hacer este voto?

Si no hacemos este voto y tratamos de cumplirlo, es probable que disminuyamos la velocidad o nos detengamos a mitad del camino de la práctica. Cuando se alivia nuestro sufrimiento agudo, cuando no estamos luchando con los desafíos de la vida, podemos concluir que “no es mi problema” y “lo suficientemente bueno”. Aunque las Puertas del Dharma permanezcan sin abrir, nuestra práctica puede languidecer, o al menos nuestra pasión y determinación disminuirán, y simplemente disfrutaremos de los placeres de la vida mientras duren. No hay nada intrínsecamente malo o pecaminoso en esto, pero desde el punto de vista Budista es como cuando Dorothy y sus amigos se quedan dormidos en el campo de amapolas camino a visitar al mago en la historia El mago de Oz. Se olvidan de su viaje. Son bastante felices dormitando entre las hermosas flores, pero si se hubieran quedado allí, nunca habrían experimentado sus respectivas transformaciones, y Dorothy nunca habría regresado a casa.

Es complicado porque antes de conocer las recompensas de la práctica profunda y a largo plazo, no sabemos lo que nos estamos perdiendo. Desde nuestro punto de vista egocéntrico, una vida placentera es lo suficientemente buena. Nos vacunamos contra la complacencia haciendo el voto cuádruple del bodhisattva.

 


Referencias

[I] https://zmm.org/teachings-and-training/four-bodhisattva-vows/

[II] https://terebess.hu/zen/szoto/vows.html and https://www.lionsroar.com/i-vow/

[III] https://villagezendo.org/wp-content/pdfs/FourVowsVZ-ZCLA.pdf

 

217 – El Cuádruple Voto del Bodhisattva parte 2: Poner Fin a Todas la Ilusiones
219 - Ser El/La Único/a Budista en Tu Familia - Parte 1
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